Sunday, December 10, 2006

La Tolerancia

Tolerancia: Es la disposición a admitir en los demás una manera de ser, de obrar, de pensar distinta a la propia, particularmente en cuestiones y practicas religiosas, políticas y filosóficas.
En el esfuerzo de buscar los medios para vivir el mundo se olvida de lo que es esencialmente importante para la vida misma: Saber quienes somos, de donde venimos, adonde vamos, cuales son las reales finalidades de nuestra existencia.

Los hombres luchan y combaten, tratan recíprocamente de destruirse o sujetarse mutuamente, para finalmente comprender que la ley de la vida es la COOPERACIÓN, y únicamente en la medida en que se entienda y realice, puede haber en la existencia, tanto individual como colectiva, BELLEZA y ARMONÍA.

La práctica de la COOPERACIÓN exige, el reconocimiento de la TOLERANCIA. Para la Masonería, es la columna vertebral, es aquella virtud que mantiene la cohesión y el prestigio de nuestra Orden. Este valor refleja la personalidad del individuo, y es la expresión de su tono moral, cultural, afectivo y social.

Sin TOLERANCIA, no hay Libertad, ni Igualdad, ni mucho menos Fraternidad, tampoco pueden haber otros valores, que nos permitan la COOPERACIÓN. La sociedad está fundamentada en ella, sin TOLERANCIA se derrumbaría el edificio social, por las fricciones y fuerzas divergentes; no existiría la creatividad y la evolución del pensamiento, las ciencias volverían al oscurantismo de la épocas pasadas, dominadas por la rigidez y las verdades absolutas.

La diferencia entre los masones y la sociedad viene determinada por el grado de Tolerancia de unos hacia los otros. Solemos hablar mucho de este valor, pero no llegamos a adquirir una conciencia total del peso y la responsabilidad que supone el llevarlo a la práctica.

Nuestra forma de vida nos lleva muchas veces a la vanidad, arrogancia, vanagloria, falsa modestia, a restarle importancia, a desacreditar y a otros mecanismos de defensa, que utilizamos consciente o inconscientemente para justificarnos de nuestras actitudes ante nosotros mismos y hacia todo lo que no se nos hace “diferente”
Nuestra mente esta rodeada de aspectos, políticos, sociales, económicos, filosóficos, religiosos, etc, y estamos tan condicionados por los mismos, que solemos unas veces conscientes, y otras inconscientemente, ridiculizar, burlarnos, enfadarnos e incluso despreciar a aquellos que no piensan como nosotros, nos convertimos en pequeños dictadores que solo ven los defectos de los demás sin ver los defectos propios.

La Tolerancia QQ\ HH\, en mi modesta opinión, es un aprendizaje constante y muy duro, además; se necesita mucha sabiduría y una grandeza de espíritu para llevarla a la práctica. Lo cual casi ninguno de nosotros logra hacerlo.

TOLERANCIA significa, respeto a la libertad de los demás, a sus formas de pensar, de actuar, a sus opiniones políticas, sociales, económicas, religiosas, filosóficas.
Debemos acotar que en función de la tolerancia se respetan ideas diferentes siempre y cuando estas sean sinceras, racionales, posiciones y opiniones objetivas; ya que existe un limite moral y ético para la tolerancia. La misma debe ser responsable, coherente y en función de la razón; como masones y como seres humanos no podemos tolerar injusticias en nombre de ideales, coartación de las libertades, conductas que destruyen a las familias, al ser humano mismo, mucho menos podemos tolerar el fanatismo o la superstición, si así fuere la tolerancia que a pesar de ser muy diversa y cambiante, pasaría a deformarse y convertirse en otra cosa, en una virtud “de bolsillo” que utilizaríamos a nuestro antojo para justificar cualquier conducta (propia o ajena) o acción egoísta, fanática y hasta algunas veces violenta.

Nos dice Aldo Lavagnini en su obra Cosmogonía Masónica: La más amplia TOLERANCIA, es por lo tanto necesaria en materia de ideas y opiniones, imponiéndose como primera condición de la vida y de las actividades masónicas.

Que cada uno de nosotros se esfuerce, según las posibilidades de su inteligencia y haga el uso mejor y más sabio de sus conocimientos, pero que se cuide de no censurar a los demás, ya sea porque él no entiende a los demás, o porque ellos no le entiendan siempre ocurre uno de los dos sentidos, y con frecuencia, ambos a la vez.

Recordar que toda opinión sincera merece por tal razón ser respetada, aunque no convengamos en lo concreto sobre la misma. LA VERDADERA LIBERTAD DE PENSAMIENTO SE MIDE POR LA LIBERTAD QUE CADA INDIVIDUO SABE CONCEDER A LOS DEMÁS.
Siendo infinitos los puntos de vista desde los cuales puede considerarse la VERDAD, es siempre presuntuoso, denotando fanatismo y estrechez de miras, el hacerse juez de las opiniones ajenas. En realidad a ninguno puede considerársele absolutamente en el error, y muy pocos son los que pueden afirmar estar absolutamente en posesión de la verdad.

Es además y sobre todo importante que cada hombre, busque; encuentre y se abra su propio camino individual hacia la LUZ.

Nunca podremos pretender encontrar una absoluta uniformidad de opiniones y de ideas, si bien es cierto que estas se acercan entre ellas, tanto más cuanto más convergen las mentes individuales hacia la VERDAD.

QH\HH\Para finalizar…. la opinión que he querido trasmitirles es que no personalicemos y adaptemos la Tolerancia en función de nuestras propias ideologías, de nuestra posición social o económica. Abramos nuestro pensamiento y nuestra mente; como masones construyamos los templos de la sabiduría y el conocimiento, busquemos la verdad, la perfección, aprendamos y practiquemos la TOLERANCIA.

G. F
M:.M:.